jueves, 28 de mayo de 2009

OTRA VOZ QUE SE NOS VA

Tenía 89 años, se llamaba Pedro Sempson y falleció el domingo pasado. Era actor, pero dedicó la práctica totalidad de su carrera al doblaje.

Puso voz al Señor Burns, el malvado propietario de la central nuclear de Springfield en Los Simpson. Y a Geoffrey, el mayordomo de El Príncipe de Bel Air, aquella serie que hizo famoso a Will Smith. Fue el álter ego de Peter Cushing como Sherlock Holmes en la versión televisiva de las novelas de Conan Doyle, y compartió plató con Victoria Abril, interpretando al Profesor Lápiz, en la época dorada del 1, 2, 3. Pero para mí, siempre será el narrador del spot de Galloper, aquel en el que un anciano de 80 años viajaba al Polo Sur cantando 'La barbacoa'.



Era uno de los últimos representantes de una estirpe de dobladores prácticamente extinguida. Esas voces épicas que convertían a todos los personajes de las películas, fueran el bueno, el malo o uno que sólo pasaba por allí, en héroes inalcanzables.

En publicidad, el locutor es una pieza absolutamente fundamental. Una voz bien elegida, y bien dirigida, puede convertir un anuncio mediocre en algo grande.

Fuente: soitu

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