
El condenado, de 24 años, compró el juego una semana antes de la fecha del lanzamiento oficial en Australia, previsto para el 12 de noviembre del 2009, por un error de una tienda al colocar antes de tiempo el juego en los estantes. Después de la compra, lo subió a internet. Según Nintendo, miles de internautas lo descargaron en poco tiempo.
Los investigadores de Nintendo detectaron a Burt como posible culpable. El tribunal federal australiano ordenó el registro de su domicilio, y se encontraron más pruebas. Durante el juicio se consideró que Burt fue la fuente originaria que subió el archivo del videojuego a una página web, ahora cerrada, que permitía la descarga ilegal.
El acusado también tendrá que pagar 100.000 dólares australianos (63.658 euros) a Nintendo para los gastos judiciales de la empresa.
Fuente: el periódico
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