miércoles, 15 de octubre de 2008

ESCÁNERS QUE DESNUDAN A LA GENTE EN LOS AEROPUERTOS DE LA EU A PARTIR DEL 2010



En una web creada para luchar contra los abusivos controles de los aeropuertos, un internauta propuso despelotarse en los arcos de seguridad como forma de protesta. Probablemente no sabía que con esa idea ya estaban trabajando las autoridades. La Comisión Europea ha iniciado una reforma reglamentaria que abrirá la puerta al uso, a partir del 2010, de unos escáneres que desnudan virtualmente a los pasajeros. Los estripcontroles permiten a los agentes observar las partes más íntimas de los examinados, incluidos los genitales, además, claro está, de cualquier arma o sustancia ilegal. El viajero que rechace el examen deberá someterse al cacheo tradicional, según el futuro reglamento.


Estos aparatos funcionan con una tecnología denominada onda milímetro. Es decir, no utiliza ningún tipo de radiación como la que se emplea en los escáneres de los equipajes o en las radiografías, sino que genera unas ondas electromagnéticas que fotografían cada parte del cuerpo y traspasan cualquier prenda.


El proyecto ha trascendido tras un encuentro a puerta cerrada de la Comisión de Transportes del Parlamento Europeo con el comisario homólogo, Antonio Tajani. En este encuentro, la comisión decidió dar el visto bueno inicial a la propuesta tras recibir garantías de que el uso será "opcional" para los estados miembros y además "no obligatorio" para los pasajeros. Dicho de otra manera, dependerá de la voluntad de cada Gobierno el implantarlos en su país y los viajeros que no quieran ver invadida su intimidad podrán pedir ser examinados por los métodos tradicionales de los arcos de control y el posterior cacheo. Tajani también se comprometió a que los policías que revisen las imágenes no estarán cerca de los usuarios, sino en una cabina aislada. "La prioridad es la seguridad pero sin acosar al ciudadano", se permitió decir tras el encuentro.

HEATHROW, EN PRUEBAS
Algunos aeropuertos europeos, como la terminal 4 del londinense Heathrow, e incluso la estación ferroviaria de Paddington, en la misma capital británica, ya han hecho pruebas con los aparatos, cuyo precio ronda los 120.000 dólares (87.800 euros) por unidad. No es de extrañar, por tanto, que la primera organización en protestar haya sido la británica Statewatch, que vigila la aplicación de los derechos civiles en la UE. "Es desproporcionado e injustificado. Que la tecnología lo permita no quiere decir que debamos utilizarlo sin tener en cuenta la proporcionalidad, la privacidad y las libertades civiles", ha advertido su presidente, Tony Bunyan, quien considera innecesario someter a hombres, mujeres, ancianos y niños al aparato.
La única esperanza de introducir cambios en el nuevo reglamento sobre medidas de seguridad en los aeropuertos radica en la comisión de Libertades Civiles de la Eurocámara. A instancias del grupo Alianza de los Liberales y Demócratas (ALDE), esta comisión obligará al Ejecutivo comunitario a mantener un debate la próxima semana durante la sesión plenaria de Estrasburgo para determinar el alcance que tendrán la medidas de seguridad en la libertad de los pasajeros.

LIBERTADES FUNDAMENTALES
"La introducción de sistemas para escanear el cuerpo desnudo de un pasajero de avión supone un serio reto a la privacidad individual y a las libertades fundamentales. Esta es una decisión que no puede tratarse únicamente a nivel técnico", advirtió el eurodiputado italiano del ALDE Marco Cappato, que encabeza esta discusión en el seno de la comisión. Su grupo ha presentado ya una lista de preguntas entre las que figuran los estudios sobre el posible impacto en la salud de los pasajeros, los detalles de cómo se almacenarán las imágenes y bajo qué circunstancias se podrá negar una persona a someterse a esa nueva intrusión.
Los escáneres son solo un nuevo paso adelante en la proliferación de controles, cuyo último episodio fue la prohibición de llevar líquidos en cabina. Quizá por ello, el eurodiputado Ignasi Guardans, que encabeza la lucha contra los mismos, advirtió ayer de que "solo una reacción social contundente "y quizá los tribunales" podrán poner freno a estos métodos de registro abusivo". Y añadió: "Mientras la sociedad lo acepte todo en nombre de la seguridad, no hay gobierno ni político capaz de detenerlos. Basta ver lo que está pasando en Estados Unidos para saber adónde nos dirigimos".

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