jueves, 9 de octubre de 2008

HOLYFIELD A SUS 46 AÑOS PELEARA POR EL TITULO DE LOS PESOS PESADOS


Evander Holyfield cumplirá 46 años este mes, tiene 11 hijos y vive con su tercera esposa en Fayette County, una pequeña ciudad de 100.000 habitantes del Estado de Georgia. Hace un año peleó por última vez, una clara derrota a los puntos contra el ruso Sultan Ibragimov en Moscú. Ahora, el viejo Evander desentierra los guantes para el más difícil todavía: intentar ganarle el título mundial a Nikolai Valuev, una bestia de 2,13 metros y 150 kilos. ¿Sobrevivirá?

Nikolai Valuev dice que come tres kilos de carne al día. La carne de Holyfield no debe ser muy tierna, y, aunque Tyson ya probó su oreja, no quiere ser entretenimiento de las mandíbulas de Valuev. "Esperaba tener otra oportunidad y gracias a Dios ha llegado", dice Holyfield, que, el 20 de diciembre en Alemania o Suiza, peleará por el título mundial de los pesados contra el hombre que ha variado el curso del boxeo, haciendo de su fuerza bruta la nueva era de los pesados.

El morbo está servido, aunque nadie sabe qué va a pasar. A pesar de su avanzada edad, Holyfield está en forma: hace un año aguantó de pie a Ibragimov por el título de la WBO, y sigue entrenándose metódicamente. Pero no en vano, estamos hablando de un tipo de 1,87 metros y unos 98 kilos contra la 'Montaña Humana' 26 centímetros más alto y 50 kilos más pesado.

Los problemas económicos del campeón
Este mismo verano estalló la noticia: Evander Holyfield no podía pagar su casa de 10 millones de dólares, hacía varios meses que no le pasaba la pensión de 3.000 dólares mensuales a la madre de uno de sus hijos y una entidad financiera de Utah le reclamaba el pago de un préstamo de 550.000 dólares. ¿Estaba el campeón en la bancarrota?

Sus litigios todavía no se han resuelto, pero parece evidente que esta pelea, que será la más atractiva de los últimos años, será un sistema eficaz para paliar la lánguida economía de Holyfield. La pregunta está, claro, en si con 46 años y 14 meses después de su última pelea, no es demasiado riesgo ponerse delante de una fuerza de la naturaleza del tamaño de Valuev

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