"Exceso de voz" es lo que debería leerse en la multa que recibió el pasado 11 de septiembre la reina del pop durante su concierto en el Wembley Stadium. La razón: el espectáculo superó en 40 minutos el tiempo fijado.
El despiste le costará a la diva la nada despreciable cantidad de 174.852 euros (unos 30 millones de pesetas).
Una fuente interna de la organización del concierto ha explicado que el show estaba previsto que comenzará a las 8.30 "pero pero Madonna no apareció en el escenario hasta las 9.10". En consecuencia, el concierto se alargó hasta bastante más tarde de lo estipulado.
"Su gente sabía las posibles consecuencias que tendría pasar de la hora límite"
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