ENTREVISTA A VICENTE PASCUAL GARCÍA: HERIDO DE BALA AL DEFENDER A UNA MALTRATADA.
´Le salvas la vida a una persona y las administraciones se desentienden´
Han pasado más de dos años, pero Vicente Pascual García no olvida el día en el que cambió su vida. Fue el 20 de marzo de 2006, en un bar de Mutxamel en el que almorzaba. Un ex policía entró e intentó matar a tiros a su ex compañera, que regentaba el establecimiento. Vicente no se lo pensó dos veces y se abalanzó contra el agresor, quien más tarde se suicidó. Así, logró salvarle la vida a la víctima, pero a costa de recibir un disparo en la mandíbula que le hizo pasar varios días en la UCI y del que todavía no se ha recuperado.
"Lo volvería a hacer, no me he arrepentido en ningún momento desde entonces, aunque me haya cambiado la vida", aseguró ayer Vicente Pascual. El caso del profesor Jesús Neira, en coma tras defender a una mujer de su maltratador en Majadahonda, le ha afectado "bastante" porque, según explica, "me ha hecho recordar todo lo que yo he pasado y lo que me queda". Y es que, desde que ocurrieron los hechos, ya se ha sometido a varias y complicadas operaciones quirúrgicas para reconstruirle la mandíbula y está pendiente de otra cuando pase el verano.
Está convencido de que ante una situación de malos tratos hay que intervenir: "Yo no me siento un héroe, creo que es lo que hay que hacer". Más que nadie, él comprende lo que movió al profesor a mediar en la agresión a una mujer. "Cada uno que escuche a su consciencia, pero si todos nos desentendiéramos no sé qué pasaría", afirma.
Vicente había creado una empresa de construcción, pero tras resultar herido "no he vuelto a trabajar y me han dado la incapacidad permanente". Ahora, "recibo una pensión mínima que apenas me da para vivir". Por ello, lamenta que, tras actos heroicos como el suyo, "las administraciones se desentiendan".
Relata que "hace seis meses solicité, a través de mis abogados, una indemnización al Ministerio de Interior y al de Justicia, pero todavía no he recibido ninguna respuesta".
Ante la situación de "abandono" en la que se encuentra considera "injusta" la postura de las administraciones con una persona que se ha jugado la vida por salvar a otra de la lacra de los malos tratos. "Hay muchos vacíos", dice.
Tras los hechos recibió varias condecoraciones por su heroicidad, pero ahora se pregunta "de qué sirve una medalla, cuando lo que necesito es un apoyo económico para poder vivir y mantener a mi familia", de la que nunca le han faltado apoyos. Tiene dos hijos, de 11 y 9 años, y una novia con la que tenía intención de casarse antes de resultar herido. "Aplazamos la boda cuando ocurrió y las operaciones a las que me he sometido y la que me queda todavía no nos han permitido hacerlo".
Dos años después y tras comprobar la ingratitud de las instituciones, está convencido de que ante una situación similar "actuaría de la misma forma, pero con menos fuerzas". Lo dice porque se encuentra dolorido tras la última operación a la que se sometió hace dos meses y en la que le quitaron hueso de una pierna para recomponerle la mandíbula.
La mujer a la que salvó la vida "ha preguntado por mi estado de salud en varias ocasiones, al igual que lo hicieron sus hijos". Todos ellos, le han agradecido a Vicente Pascual que salvara aquel día a Yolanda de las manos de quien quería convertirse en su verdugo.
"La Justicia debe tener más control y ser más dura"
"Siempre he estado muy concienciado con el tema de los malos tratos, porque anteriormente trabajaba como auxiliar de enfermería en la sanidad y por Urgencias y la UCI he visto pasar muchos casos de mujeres y niños", afirma Vicente Pascual. En su opinión, "es un principio el que la gente comience a tomar partido, pero también hay que endurecer las penas y que se cumplan íntegras". También pide más control por parte de la justicia, pues recuerda que el ex policía "estaba en busca y captura por una denuncia puesta por la mujer a la que quería matar".
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